viernes, 25 de octubre de 2013


Quiero un otoño frío.
No quiero este otoño cálido.
El calor no hace florecer la melancolía.

Y yo necesito un otoño frío y lluvioso,
con un viento furioso silbando,
arrancando hojas y arrastrándolas,
y con días de lluvia que mojen mis huesos.

Un otoño áspero y cortante,
que haga remolinos de recuerdos
con los que arropar esta alma herida.

Necesito la dulce y amarga tristeza del otoño
para ir acostumbrándome
al hielo de un invierno sin ti.
Otro invierno eterno sin ti.




jueves, 25 de abril de 2013

Yo era más feliz cuando corría.

Yo era más feliz cuando corría. Me gustaba correr, y aunque no lo hacía siempre que podía, por pereza, por cansancio, o por esa manía que tenemos de posponerlo casi todo, cuando corría era feliz.

Ahora ya no puedo correr, y seguramente nunca podré hacerlo como antes. En mi lista de "Cosas que me propuse y no hice" tendré que apuntar la media maratón, la maratón y los 101 kms. de Ronda. Y la verdad, es una putada para mí. He buscado sustitutos, primero, porque tengo que recuperar esa rodilla que me operé hace casi 5 meses; y segundo, porque "algo" hay que hacer, por salud. 
Pero si soy sincera, ni el pilates ni la natación me hacen sentir lo que sentía cuando corría. Esa sensación de libertad, corriendo junto al mar es irreemplazable. Liberaba todo mi estrés, y en días iguales a éste, en los que la rabia me consume, era mi válvula de escape. Apretaba fuerte los dientes, arrancaba y corría hasta el agotamiento.

Hoy he conocido la noticia de que mi abuela, mi abuelita, no va a volver a andar. Su cuerpo se ha quedado medio muerto después de varios ictus, y sus piernas ya no obedecen órdenes. Y eso sí que es una putada. He sentido mucha rabia y una profunda tristeza que no puedo expresar. Y hubiera necesitado correr.

Escribo todo ésto no para lamentarme, sino para desahogarme y aflojar un poco este nudo que me oprime. Y para recordarme a mí misma, una vez más, que no vale posponer las cosas: hay que hacerlas en ese momento en que tu vocecilla interior te dice que las hagas. Porque un día te encuentras que ya no vas a poder hacer aquello que adoras (o aquello que incluso detestas). 
Que pasan cosas, que el tiempo pasa... que la vida es HOY. 



domingo, 21 de abril de 2013

Las tardes de domingo

No sé si estaréis de acuerdo conmigo,
pero las tardes de domingo son difíciles de llevar.
Más aún que las mañanas de los lunes.
Las tardes de domingo son una trampa insensible
que súbitamente atrapa la mente y te sacude,
te martillea, te desgarra y te acongoja.
El sosiego desaparece y de golpe
te encuentras sumergida en la espiral de "echar de menos".
Gente que ya no está, o que nunca estuvo.
Tiempos pasados o que jamás tuvieron lugar.
Sueños cumplidos, sueños rotos...
Otros pasados, distintos presentes...
Añorar, desear, renunciar, maldecir.
Respirar, ahogarse... volver a tomar aire,
inspirar, suspirar, expirar.
Las tardes de domingo, espejismos maquiavélicos,
horas eternas, horas efímeras, horas perdidas...

lunes, 15 de octubre de 2012

Para bien o para mal.


Hay canciones que siempre me sacuden como una descarga. "Para bien o para mal" de SECOND  es una de ellas. Cada uno hace su propia interpretación de las canciones. Y yo me siento tan identificada con su letra: las luchas que libro contra mí misma, insomnios, silencios, dolor... De tal forma que a veces creo que me define como ninguna otra. Y aún así siempre le encuentro una nota positiva, optimista (quizá por la melodía) que consigue sacarme una sonrisa y hacerme sentir extraordinariamente bien. 
Por si no la habéis escuchado ;-)







sábado, 14 de julio de 2012

DESNUDA



Y ahora que ya conoces
ese lugar de mi alma donde habitas
me siento desnuda frente a tí.
Ojalá me sintiera invisible, y no desnuda.
Y no es por pudor: es por dolor.

Desde la distancia y la disculpa preguntas,
porque quieres saber...
Y recibes mis respuestas con voz temblorosa,
envueltas en titubeos, miedos... y amor.

Tu mirada se clava... y duele.
Atraviesa mis pupilas y llega veloz hasta ese recodo.
Y me siento tan débil y pequeña...
Te muestro esta herida, mis marcas, las falsas risas,
cada imperfección que oculto, mis lágrimas,
aquel vacío profundo, la espiral en que me enredo,
el abismo en que me pierdo mientras bailamos.
Vulnerable ante tus ojos, frágil en tus brazos,
perdida en tus palabras, confusa y despojada.

Pero tú sigues con tu coraza
Esa tras la que te escondes del mundo y de mí
Ese escudo protector desde el que observas
y no me dejas ver.

Y así, sin manos, me has desnudado,
y no he ofrecido resistencia.
Sin lucha dialéctica, sin choque corpóreo

Desnuda ante tus ojos.
Desnuda frente a tí.

viernes, 29 de junio de 2012

HILOS



Estamos unidos por hilos invisibles, de tal manera que cuando alguno de nosotros lo tensa, 
los demás nos doblamos, temiendo que se rompa...

De tal forma estamos ya unidos, que estos hilos se elevan por encima de kilómetros 
y otras medidas de distancia...

Y nos oímos y escuchamos incluso cuando no nos hablamos. Nuestros hilos están ahí, 
por encima de las nubes y de las tormentas..

Y nos sentimos y añoramos, y sonreímos al recordar sonrisas, 
y lloramos al recordar canciones y despedidas.

Y nos necesitamos, unos a otros. Tanto como si hubiéramos crecido bajo el mismo techo..
más aún.. Y cuando cierro mis ojos, os veo, nos veo.

Y es difícil de explicar, pero no de entender, me siento unida a vosotros
y con solo cerrar los ojos y nombraros os tengo a mi lado.

Todos vosotros, los de los hilos invisibles rojos, sabéis quienes sois.





lunes, 25 de junio de 2012

DESDE QUE TE FUISTE



A veces pienso en ti.
Si estarás bien, si tendrás paz...
A veces, cuando te echo de menos,
cuando no puedo hablarte
te hablo...
Y sé que mis palabras no te llegarán,
mis palabras se pierden como los días.
Pero me gusta hablarte...
Y contarte esas cosas que me pasan.
Y quería hacerte saber que hoy te ví.
Entre toda la gente de este mundo, te ví pasar
En medio del bullicio y el ruido estabas tú
Frente a mí.
La mirada azul intensa, la sonrisa eterna.
Y pude sentir tus dedos en mi pelo
tu caricia en mi cara
tu aliento protector
tu beso en la mejilla.
Y me bastó ese único momento
para saber que sigues ahí
que nunca te fuiste.
Estás aquí, a mi lado.
Conmigo.